Cuando ya muchos habíamos perdido la fe en los economistas y la terquedad de su dogma neoclásico, una generación de estudiantes críticos e inconformes quiere mostrarle al mundo que después de todo, la disciplina sí se puede reinventar y contribuir a generar mejores sociedades.
Quizás como ninguna otra disciplina académica o campo del conocimiento, la Economía tiene una enorme capacidad para transformar radicalmente las condiciones materiales de existencia de millones de personas. En años recientes, diversos filósofos e historiadores de la ciencia han coincidido en que más que una serie de herramientas analíticas para aprehender la realidad, los modelos económicos son poderosas fuerzas dinámicas que conjuran y materializan todo tipo de mundos. Técnicas de cálculo y proyección financieras, actuariales y matemáticas pasan de la abstracción a la realidad al ser manipuladas y aplicadas por actores financieros, reguladores y académicos. Paradójicamente, y a pesar de su gran poder, la Economía hoy…
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